domingo, 25 de febrero de 2007

PARA QUE ME RECUERDES

Tomé de mi piel las estrellas,
de mi pecho la luna
y las colgué de un salto en el cielo
para que me vieras resplandeciente
cada vez que cayera la noche.

Del azabache de mis cabellos construí tu sombra
y de color esperanza tejí un venidero mundo maravilloso
(que aloja en tu muñeca derecha)
en un intento de borrar heridas pasadas.

Me volví lluvia para ser tu amante
y desbordarte de mí en invierno
y brisa fresca en verano
para aliviar tu agobio
cubriéndote de sutiles caricias marinas.

Con la llama de mis dedos escribí
hasta en los lugares más recónditos de tu cuerpo
la más limitada frase de amor;
y me inserté en cada uno de los libros
para que te embobes cuando me leas hablar.

Para que me desees besé tu oreja,
para que me ames, tus labios
y para que me recuerdes...
Para que me recuerdes, te amé.