jueves, 1 de marzo de 2007

SIN TÍTULO (soy pésima para ponerlos)

Luego de nueve meses de larga espera, dio a luz a su primogénito: el bebé más hermoso jamás visto; sus tapas eran suaves y de color marrón , igual que su padre (marrón como los troncos de los árboles y la tierra) y en su interior, un sin fin de hojas tan blancas, que al verlas encandilaban (blanco como el vacío, como la nieve o como . . .).
Todos los días su madre colmada de orgullo, escribía sobre la alba piel de su hijo, marcándole todo el cuerpo con la firma de los Sotomayor.


3 comentarios:

Lluvia dijo...

Un libro ciertamente es como un hijo ¿pero una biblioteca es una familia? ¿y quiénes son los padres? ¿los lectores, los autores, los editores?...
besos muchos. (volveré MUAHAHAHA!)

Lluvia dijo...

¿y los cuadernos también son hijos?

Lluvia dijo...

uufff...estoy arto, tenía mil ideas y se me escapan (o mejor dicho las dejo ir por que son asquerosas, nímeas, indignas...)